Fernando "El Católico"

Fernando "El Católico"

Fernando II de Aragón, conocido como Fernando "El Católico", nació el 10 de marzo de 1.452 en Sos del Rey Católico, y falleció el 23 de enero de 1.516 en Madrigalejo.
Fue rey de Sicilia, de Castilla, de Aragón y de Nápoles. Fue además regente de la Corona de Castilla, entre 1.507 y 1.516, debido a la inhabilitación de su hija Juana I de Castilla tras la muerte de su esposo Felipe "El Hermoso".
Fernando era hijo de Juan II de Aragón y Juana Enríquez. Recibió su primer título, de conde de Montblanc, cuando contaba con 6 años.
En 1.479 fue coronado rey de Aragón, después de la muerte de su hermano Carlos.

Isabel "La Católica"

Germana de Foix

En 1.469 se casó con Isabel de Castilla, heredera de Castilla, uniendo así las Coronas de Castilla y Aragón, aunque  cada corona mantuvo sus propias instituciones y leyes.
Tras la muerte de su esposa, en 1.504, casó en segundas nupcias con Germana de Foix, 36 años más joven que él.

Los cronistas Anglería y Galíndez de Carvajal refieren que para conseguir engendrar un hijo varón, tanto Fernando como Germana pusieron sus esperanzas en un brevaje a base de testículos de toro cocidos, también se ha dicho que su muerte pudo estar relacionada con un abuso de cántrida, que en aquellos tiempos se utilizaba como afrodisíaco. Fuera como fuese, estos potajes causaron un empeoramiento en la salud del monarca y aunque un adivino le había anunciado años atrás que moriría en Madrigal, donde había nacido Isabel la Católica, y él se guardó mucho de visitar esta localidad, nada le sirvió, ya que sobre el 14-15 de enero de 1.516, cuando iba de camino al Monasterio de Guadalupe, sintiéndose mal paró en la Casa de Santa María, donde pasó sus últimos días y encontró la muerte el día 23.
En Madrigalejo otorgó el rey Católico su último testamento, fechado el 22 de enero de 1.516, un día antes de su muerte.
Este testamento tiene un especial significado histórico, ya que en él deja todas sus posesiones a su hija Juana I de Castilla, y en el puesto de ésta debía asumir el gobierno de la regencia de Castilla y Aragón su nieto Carlos, futuro Carlos V. Hasta la llegada de éste nombró a su hijo natural Alonso de Aragón regente de los reinos de la Corona de Aragón, y al Cardenal Cisneros regente de la Corona de Castilla.